Desayunar temprano es un buen hábito que debemos añadir a nuestras rutinas diarias. Los estudios muestran que quienes desayunan apropiadamente consumen menos calorías en el resto de las comidas del día y además son menos propensos a picar de manera compulsiva entre horas. En la cocina, podemos hacer uso de ciertos ingredientes alternativos para seguir una dieta más equilibrada. Emplear el yogur como base para las salsas, la leche evaporada desnatada en lugar de la nata o bien las claras de huevo en vez de las yemas. Son pequeños trucos que nos ayudan a reducir la cantidad de grasas y calorías que ingerimos. Solicita tus verduras preferidas, pero no las mezcles con condimentos ricos en grasas o salsas mantecosas. Escoge artículos que incluyan comestibles integrales para aumentar el consumo de fibra. Existen frutas y verduras que cubren toda la gama del arcoíris de colores. La elección de los productos, desde el rojo al violeta, asegura un plato bonito lleno de alimentos poco procesados.

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