Numerosos casos de intoxicación alimenticia brotan de un pequeño incidente: un manipulador de alimentos se olvida de lavarse las manos, no se devuelve la comida a la nevera tras la preparación o se usa un paño sucio para limpiar el borde de un plato. En ocasiones son las cosas simples las que debemos tener más en cuenta cuando preparamos la comida. Uno de los primordiales requisitos para una cocina profesional es cerciorarse de que todos y cada uno de los manipuladores de productos alimenticios hayan recibido suficiente formación para que comprendan los principios del control del tiempo y la temperatura, la higiene personal y los peligros que supone la preparación de los alimentos. Para garantizar la higiene alimenticia es esencial la correcta limpieza de los aparejos y equipos de cocina. Por este motivo, al lavar los platos y los aparejos de cocina es esencial raspar y enjuagar los comestibles de la superficie, lavar en agua limpia, caliente y con jabón, y para finalizar enjuagar con

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