Vigila el tamaño de las porciones que comes. No es necesario que limpies el plato cuando comes fuera, ya que la mayoría de las comidas son mucho más grandes de lo que el adulto promedio requiere. Puedes decantarse por compartir la cena o por pedir platos de menor tamaño. Come la fruta entera mejor que beber zumo de frutas. Toda vez que resulte posible tómala fresca, aunque también puedes comer fruta congelada, enlatada o bien seca. Entre comidas, bebe mucha agua a lo largo de todo el día. Esto va a facilitar la función de los nutrientes y ayudará al metabolismo. Se aconsejan de 6 a 8 vasos de agua al día. Estofados, sopas, granos, legumbres y salsas se congelan muy bien y pueden durar meses. Guárdalos en porciones de cantidades individuales. Si haces esto cada semana, acabarás el mes con una variedad de legumbres, granos y sopas listos para rescatar cualquier día que no tengas tiempo para cocinar. Es recomendable asar la carne y las verduras al horno en vez de freírlas. Se puede asar prácticamente

RECETAS DE TORTAS