Las actividades del día a día pueden administrar beneficios para la salud parecidas a un entrenamiento de ejercicios físicos básicos. Consume una gran diversidad de verduras. Come vegetales de color verde, como brócoli, col rizada o bien espinacas; de color naranja, como zanahorias, batata o calabaza;... y así pasando por toda la gama de colores. Salir a comer fuera no tiene que significar alejarte de tus hábitos saludables. Escoge platos horneados o bien a la parrilla y evita lo frito. Pide porciones más pequeñas de alimentos grasos, como carnes y salsas, o pide otras alternativas. Si sigues un plan de alimentación saludable, debes tomar en consideración que las bebidas alcohólicas pueden tener más calorías de las que puedes pensar y además, el alcohol puede alentar el apetito y desgastar la fuerza de voluntad. Empieza a incorporar más frutas y verduras frescas en tu dieta mientras que reduces los alimentos refinados y procesados. Tu cuerpo te lo agradecerá. Trata de comer solamente comidas

COMIDAS LIGHT