Todos los restaurantes tienen en común la responsabilidad y el deber de cuidar los niveles de calidad de su comida, su presentación y la limpieza, como también de seguir una decoración, un estilo y un ambiente convenientes a su idea de negocio. Cada establecimiento de restauración, además y de manera particular, va a deber encargarse de elaborar y conservar apropiadamente sus recetas, su preparación y la disposición decorativa de sus platos. Aparte del trato amable y cortés hacia sus usuarios. Es prioritario vigilar la higiene general de todo el local, la correcta funcionalidad de los aseos, la presentación acertada y la capacitación de los empleados. Asimismo es fundamental disponer de las conformidades y autorizaciones legales para garantizar un servicio impecable, tanto en lo concerniente al trato de sus consumidores, como en lo referente a la manipulación de los alimentos. Este establecimiento va a tener el comedor independiente a la cocina, con cubertería inoxidable, loza antideslizante,

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