Si se pretende conseguir preservar los niveles de seguridad de los productos alimentarios que se preparan, es esencial seguir unas prácticas de higiene alimenticia. Nunca pongas productos alimenticios cocinados en un plato que anteriormente haya contenido carne, aves o mariscos crudos. Preste especial atención a los alimentos crudos y potencialmente peligrosos, y a los productos alimenticios que puedan contener alérgenos. Use tablas de colores para cortar y equipos para preparar productos alimenticios peligrosos por separado. Coloca las frutas y verduras perecederas en un frigorífico limpio. Si va a marinar alimentos, debe dejarlos marinar en la nevera, no en la encimera. La salsa que se emplea para marinar carnes, aves o mariscos crudos no debe emplearse en alimentos cocinados, a menos que se hierva justo antes de usarla. Refrigerar o congelar de manera rápida las sobras y consumirlas cuanto antes, máximo en un periodo de tres o cuatro días. Congela o cocina la carne molida

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